Andrés Palop lo ha dicho en varias ocasiones. También Antonio Álvarez, ex entrenador nervionense, lo llegó a declarar. Una de las medicinas que necesita este Sevilla para sus traumas es una buena racha de resultados. Es una obviedad. Todo equipo de fútbol que se precie quiere y precisa de buenos resultados. Pero más allá de la evidencia el argumento guarda mayor peso.
El Sevilla necesita encadenar tres o cuatro resultados seguidos que le devuelvan la confianza a su equipo. Hasta el momento ha tenido siempre algún problema o impedimento. Empezó el verano ganando al Barcelona, pero luego cayó ante el Sporting de Braga. Luego empezó la Liga ganando al Levante, en la segunda jornada empató ante el Deportivo. Llegó a ganar al Málaga 1-2, y en el siguiente partido intersemanal se dejó empatar ante el Racing, dejando pasar de largo el liderazgo. Sólo una vez, coincidiendo con la llegada de Manzano, ha enlazado esas dos victorias seguidas, ante el Borussia Dortmund y luego ante el Atlético, pero el Sporting cortó el camino.
Ahora el Sevilla de Manzano tiene la oportunidad de inciar una nueva racha, una racha necesaria que sirva para que los que fueron buenos sientan que lo sigan siendo, para que los que no lo son ni lo han sido crean que lo pueden ser, y para que incluso el mediocre confíe en la mejoría. Una racha de resultados que, más que por los puntos y las clasificaciones en sí, que también, necesita el Sevilla para reencontrarse a sí mismo.
Ganó el jueves el Sevilla al Karpaty en un partido serio, y esa seriedad tiene que reproducirla este domingo ante el Athletic Club. Aunque algún condimento más tendrá que añadirle para superar al conjunto del sevillista Joaquín Caparrós. Tendrá que aportar el conjunto andaluz más efectividad, como mínimo, y más juego interior. Debe mantener, por otra parte, la agresividad, la disposición defensiva y el manejo del ritmo del partido, que eso sí lo supo hacer en Ucrania.
Para lograr todo ello, Manzano debe de dar con la tecla de la alineación, en la que posiblemente estará Renato, está por ver si Capel, que al menos ha entrado en la lista, y está por ver si Luis Fabiano, cuya desgana en Lviv puede pasarle factura. En todo caso, a día de hoy los jugadores más en forma para el ataque son Negredo y Kanouté.
Del Athletic hay que temer, sobre todo, a Fernando Llorente, que ya sólo se cargó al Sevilla en una semifinal de la Copa del Rey. Eso sí, neutralizado, los de Caparrós pierden mucho, casi todo.
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