Ya veníamos observando, incluso en partidos que consiguió ganar, que el juego del Sevilla tiene muchas lagunas. Ya veníamos observando que el juego del Sevilla carece de creación en mediocampo y que sus bandas han perdido la electricidad que tenían. Y veníamos observando que sus delanteros cada vez crean menos peligro y que, en lineas generales, la intensidad ha ido decreciendo. Pero esas carencias han llegado ya a un límite preocupante. Todo ello, adobado por un sistema de juego que no es que sea conservador, es que es esteril. Hace falta un cambio radical de actitud y de filosofía de juego. Lo uno es factible, lo otro es más complicado.
Marcelino puede conseguir que sus jugadores metan más, como dicen los sudamericanos, pero será difícil que su estilo de juego gire tanto como para que este equipo juegue al FÚTBOL. Hasta ahora lo ha hecho más bien poco. Y todos tienen su culpa.
Del Nido y Monchi han traido a un entrenador que no quiere la pelota, que prefiere salir a la contra... pero es que ni eso. El Sevilla sigue adoleciendo de un cerebro, de ese organizador que se venía demandando desde hace varios años. Pero es que, aunque lo hubiera, la idea de juego del entrenador no contempla un futbolista así. De todos modos, alguna vez hay que tener la pelota y cuando el Sevilla la tiene, la rifa. Ante el Athletic, la pareja Fazio-Trochowski fue un desastre. Estaban perdidos y se los comieron, sin gran esfuerzo, Iñigo Pérez y Ander Herrera, el que pudo ser sevillista y no fue. Y luego, ni Perotti ni Navas ni Kanouté ni Negredo.
Al menos antes había cierta solidez defensiva, pero ahora duda hasta el portero, que tantos puntos ha salvado.Spahic ha perdido el sitio y Escudé va decayendo partido a partido. El Sevilla está perdido, sin rumbo y lo peor no es que el aficionado salga del campo diciendo 'no sé a qué juega este equipo' sino que cada vez son más los que dicen 'ya lo sé, ¡a nada!'
Abriendo, para finalizar esta opinión, una ventana a la esperanza, puedo decir que no confío en que el Sevilla juegue al fútbol como los angeles, porque no tiene plantilla ni entrenador para ello, pero sí en que lo haga como ha demostrado en algunos partidos, como el día del Valencia, con cabeza, con orden, buscando la espalda al rival, jugando la pelota con velocidad y creyendo que puede ganar al cualquiera. Si lo ha hecho, lo puede volver a hacer, aunque ya digo que la plantilla ha ido perdiendo calidad conforme han ido pasando las temporadas y que su entrenador tendría que cambiar su forma de ver el fútbol, por su propio bien.
Pero esta es mi opinión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario